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domingo, 1 de diciembre de 2019

Adaptarse a los deseos del consumidor

Adaptarse a los deseos del consumidor.



El consumidor-deidad


Efectivamente hemos llegado en un punto en que parece ser que el cliente-consumidor es un dios, que este personaje no tiene límites de ningún tipo.
Es cierto que en el mundo corporativo-empresarial nos debemos al cliente, que el objetivo final es satisfacer a nuestro cliente, porque dependemos de él cómo empresa. Si tenemos a un cliente real contento puede ser que lo podamos fidelizar, si a un cliente fidelizado lo tenemos bien atendido y satisfecho, continuará como tal, confiando en nuestra marca, haciendo comentarios positivos sobre nosotros y continuando, consumiendo nuestros productos-servicios, porque al final el objetivo último de cualquier negocio es este, continuar vendiendo al cliente.
En la actualidad las redes sociales son enormemente poderosas, y todo el mundo tiene acceso a ellas, y toda persona tiene el poder, de con un sólo click, iniciar una acción positiva o negativa.


¿Pero dónde se encuentran los límites?
¿Estamos de acuerdo que nos debemos al cliente, pero todo vale?
Personalmente creo que no, no se le puede dar al cliente todo este poder, o por lo menos no tenérselo en cuenta.
No puede ser que, a 1 minuto del cierre de un establecimiento, un cliente quiera acceder a él porque necesita realizar una compra de última hora (y posiblemente haya tenido tiempo durante la tarde de hacerla, pero por el motivo que sea decide ir a última hora), y por el mero hecho de negarle la entrada porque ya están cerrando cajas y el establecimiento, ese cliente molesto y descontento realice comentarios negativos en las redes sociales y los diferentes medios.
Primero porque ese cliente no está valorando las consecuencias de su publicación negativa en los medios con respecto al establecimiento y porque creo que no es un motivo justificado para tal actuación. ¿Los trabajadores de ese establecimiento no tienen derecho a disfrutar de una vida privada? no han terminado su jornada laboral? no han cumplido con sus obligaciones como trabajador hasta el último momento?
El cliente-consumidor creo que no es (o no somos) conscientes de la magnitud del poder que tienen las diferentes redes sociales y Internet en general, porque Internet es ilimitado, no tiene límites.
Al final es, porque un cliente-consumidor considera que no se le ha atendido correctamente, pues venga a tirar de Instagram, Twitter y a poner comentarios negativos y a despotricar.

Hay una serie de mecanismos de que se dotan al consumidor para actuar en situaciones de disconformidad o simplemente cuando se considera que se ha vulnerado algún derecho como consumidor, como el realizar una queja-reclamación a la agencia de consumo, etc.
Definitivamente el cliente-consumidor, no siempre tiene la razón, también se equivoca y tiene derecho a equivocarse, como personas que son.
Creéis que el cliente siempre tiene la razón?
Se le debe dar siempre la razón al cliente-consumidor?